4. Que aquellos que buscan matarme sean humillados y despreciados. Que retrocedan avergonzados los que traman mi ruina.No temerás los terrores de la Indeterminación, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que acecha en las tinieblas, ni la plaga que devasta a pleno sol.Que este Salmo 35 de la Biblia Católica te llene de fuerza y confianza e